Introducción y Objetivos: En los sujetos transgéneros masculinos, la terapia virilizante (TV) pretende disminuir las características secundarias del sexo femenino y reemplazarlas por aquellas del sexo masculino. A pesar de su demostrada eficacia en los cambios morfológicos y alivio de la disforia, no está exenta de efectos adversos. El objetivo del presente estudio es describir sus efectos negativos a nivel metabólico y antropométrico.
Materiales y métodos: Estudio observacional prospectivo de sujetos transgéneros masculinos, que iniciaron tratamiento hormonal cruzado desde enero de 2014 hasta enero de 2019, con al menos 2 años de tratamiento hormonal. Se registraron datos demográficos, clínicos y analíticos (perfil lipídico completo). Se analizaron los datos con el programa SPSS versión 18.
Resultados: Se incluyeron 6 sujetos transgéneros masculinos. La TV fue 25% Testex prolongatum®, 16,7% Testogel® y 8,3% Reandrom®. La mediana del IMC basal fue 22,18 [19,69-23,81] Kg/m2, incrementándose un 5,8% (mediana 23,47 [21,38-] Kg/m2)) (p 0,55) y un 13,2% (mediana 25,11 [20,99-] Kg/m2) (p 0,06) tras el primer y segundo año de tratamiento, respectivamente. En cuanto a los parámetros analíticos, la mediana de colesterol total basal fue 145 [130,25-159,25] mg/dl, aumentando un 12,8% (163,50 [133,25-195] mg/dl) (p 0,09) al año y un 17,9% (171 [149.50-196]mg/dl) (p 0,05) al segundo año de tratamiento. La mediana del colesterol LDL basal fue 77,9 [67,25-94,50] mg/dl, tras el primer año se elevó un 12% (88,48 [68,95-122,10] mg/dl) (p 0,06) y tras el segundo año un 19,8% (97,10 [77,40-133.30] mg/dl) (p 0,05). La mediana del colesterol HDL basal fue 58,5 [44,75-72,25] mg/dl, disminuyó un 19,7% al año (47 [40-62,25] mg/dl) (p 0,05) y al segundo año un 12% (51,50 [39,25-62.95] mg/dl) (p 0,06). La mediana de los niveles de triglicéridos iniciales fue 70,5 [52,50-88,75] mg/dl, que aumentaron un 28,8% (99 [49,90-132,25] mg/dl) (p 0,05) tras el primer año y un 29,8% (91,50 [69-106,25]mg/dl) (p 0,05) tras el segundo año.
Conclusiones: La terapia virilizante, empeoró el perfil lípido hacia uno más aterogénico, acompañado por un incremento del IMC. Por ello, en los trasngéneros masculinos es fundamental conseguir un óptimo control del resto de factores de riesgo cardiovascular.